Una nueva colección procedente de una de las sagas de fotógrafos más importantes de la ciudad, la de los Mateo, acaba de incorporarse a los fondos del Archivo General de la Región de Murcia acaba de incorporar a sus fondos.
La colección fotográfica del Estudio Mateo, uno de los más prestigiosos locales de la ciudad de Murcia durante las décadas comprendidas entre 1920 y 1940, está compuesta por 240 fotografías en papel y algunos documentos. La donación la ha realizado el profesor José Fernando Vázquez Casillas, responsable del Laboratorio de Investigación Fotográfica de la Universidad de Murcia (LIFUM), quien ha ido adquiriendo y compilando las imágenes durante los últimos años.
Esta serie viene a completar las numerosas fotografías de los Mateo que se conservan en distintos fondos del Archivo General y constituirán la base de una ambiciosa exposición titulada Entre la tradición y la modernidad. La saga fotográfica de Los Mateo (1907-1946), que se podrá contemplar en las salas del Archivo a partir de octubre. Vázquez Casillas actuará como comisario.
La saga de los Mateo se inicia en Murcia con Juan Mateo Fernández (1860-1916) que abre en 1907 en la calle Cartagena su primera galería fotográfica. En un primer periodo forma equipo de trabajo con su primogénito, Hermógenes Mateo López (1888-1918) al que se incorpora, hacia 1913, otro de sus hijos, Eliseo (1896-1957) y, posteriormente, Carlos (1902-1946).
Su evolución fotográfica y profesionalización tiene como consecuencia que amplíen sus locales, primero en la calle Rambla; tras la guerra civil, periodo en que el negocio estuvo cerrado, el estudio se traslada a la calle Alfaro, donde permanece hasta 1946, cuando fallece Carlos, último fotógrafo de la familia.
La escasa valoración social y económica de los archivos fotográficos en el tiempo de posguerra tiene como consecuencia la desaparición de su fondo de negativos. De ahí la importancia de esta recopilación de fotografías en papel fotográfico, la más completa hasta el momento.
El estudio se distinguió, además de por los cuidados retratos de estudio, por su colaboración como corresponsales gráficos de diversos medios escritos y revistas ilustradas, tanto locales (El Liberal, La Verdad, Levante Agrario, Línea, Murcia Deportiva o Murcia Gráfica…) como nacionales (ABC, Blanco y Negro, Ahora, El Heraldo de Madrid, El Imparcial, La Hormiga de Oro, Mundo Gráfico…).
A Mateo Hermanos se deben reportajes que dieron a conocer Murcia y sus tradiciones en toda España como la coronación de la Virgen de la Fuensanta en 1927, pero también otros aspectos de la actualidad gráfica: actos políticos, sucesos, deportes o corridas de toros. Asimismo, reflejaron con su cámara las principales actividades de los exploradores o scouts murcianos y sus campamentos de verano en Sierra Espuña. Prestaron sus imágenes para colecciones de postales y para los primeros folletos turísticos que se editaron sobre Murcia, a comienzos de la década de 1930.