Los ilustradores María Moya y Diego Lizán inician el proyecto conjunto Muñeco de barro, una experiencia de exploración en el modelado que llevarán a cabo como residentes del centro Puertas de Castilla, en Murcia.
A ambos creativos les suscita alto interés la creación de personajes (art toys), juguetes y muñecos. De ahí nace la necesidad de explorar, con la cerámica como vehículo, ese mundo en tres dimensiones originado desde el papel u otro soporte bidimensional.

Las experiencias cerámicas, objetuales, escultóricas o la simple curiosidad por el paso de la segunda a la tercera dimensión, son los motivos por los que abordan este proyecto. Del dibujo al objeto o del objeto al dibujo, sienten la necesidad de compartir perspectivas y maneras de trabajar, así como las ganas de dejarse influir por el otro. Por estos motivos se unen dos ilustradores que en principio pueden parecer alejados entre sí. Siempre con la convicción en su capacidad para dejarse influir, para aprender, enseñar, comunicar y, por lo tanto, para crecer como creativos.
