El fotógrafo José Quintanilla (Yecla, 1963) ha presentado en Madrid una serie en la que lleva trabajando los últimos seis años: imágenes de falsas ruinas recreadas en los jardines de familias adineradas. Memorabilia. La memoria inventada se ha exhibido hasta hace unos días en la galería DDR Art.
El proyecto más reciente de José Quintanilla constituye una llamada, mediante imágenes de un marcado estilo romántico, a la reflexión sobre la construcción de la historia y de la memoria colectiva.

La falsa ruina fue un elemento arquitectónico muy demandado a finales del siglo XVII para embellecer los grandes jardines de las familias pudientes europeas. “Como generadores de memoria a demanda, recrean la visión occidental de una historia que se aferra a un pasado idealizado pero necesario para afrontar la amenaza que supone la llegada de la revolución industrial y la modernidad, a la vez que tranquiliza las conciencias perturbadas por la creciente degradación medio ambiental, la sobreexplotación de los recursos naturales, el uso despiadado de niños y esclavos, y la apropiación de la riqueza ajena en los territorios colonizados”, explica el fotógrafo yeclano.
“El paso del tiempo diluye la distinción entre el original y su copia. La ruina y la fotografía, con su supuesta veracidad documental, como representaciones para apuntalar nuestra ficción”, afirma.
La exposición de Quintanilla en Madrid emparenta en estética y argumento con la exhibida en 2019 en la galería La Aurora, en Murcia, en la que reflejaba la alteración del territorio por la acción del hombre.