Los alumnos del colegio Virginia Pérez, en El Algar, ya tienen un lugar donde crear y disfrutar el arte. Profesores, padres y estudiantes han participado en la realización de pinturas y murales gigantes, bajo la dirección del colectivo de arte urbano La compañía de Mario y la financiación de la Fundación Trinitario Casanova.
El proyecto ha servido para reforzar la relación entre los miembros de la comunidad educativa, fomentando la implicación de los padres en la educación de sus hijos a través del juego y la creatividad. Juntos han pintado murales gigantes y juegos infantiles como laberintos, rayuelas o tres en raya. La acción ha contado con la participación de cerca de quinientas personas.
El colegio se encuentra en una zona rural en la que vive un gran número de inmigrantes procedentes, sobre todo, del norte de África. La construcción anárquica del pueblo por falta de planificación urbanística ha provocado la inexistencia de parques, zonas de ocio y lugares de recreo que puedan acoger a los niños; solo hay pequeñas plazas ajardinadas en distintos barrios. Desde hace más de una década el centro tiene alumnos extranjeros, llegando a suponer en la actualidad alrededor de un 20% del total de los niños matriculados y siendo la mayoría originarios de Marruecos.
Para favorecer un buen clima de convivencia se planteó la necesidad de crear espacios de encuentro para los niños a través de actividades que implicaran a sus padres y a toda la comunidad educativa. La Compañía de Mario ha realizado el asesoramiento del proyecto y ejecución de la parte artística. Por su parte, la Fundación Trinitario Casanova colabora con la financiación de la actividad.