El sistema modular Unio, diseñado por María Ramón Vázquez y fabricado por la empresa Taller Design, ha obtenido el primer premio del concurso internacional de mobiliario convocado por el Centro Tecnológico del Mueble (Cetem) radicado en Yecla. Unio es un conjunto de elementos dinámicos que permiten la personalización y adaptación de los espacios.
La joven diseñadora María Ramón Vázquez propone un sistema modular, flexible, duradero en el tiempo, sostenible, interactivo y actual. Los componentes de Unio son las estructuras principales, que son grandes piezas estáticas que no suelen moverse; los complementos, que realzan y añaden funcionalidades a los cuerpos principales, y las uniones, que actúan como sujeción entre los complementos y los cuerpos principales. Cinco variedades permiten al usuario unir y desunir los complementos, añadiendo o modificando las funcionalidades. Los materiales elegidos para su producción son versátiles y fáciles de manipular. Todas las piezas están fabricadas con los mismos diámetros y procesos permitiendo así la seriación. Los prototipos han sido desarrollados por la firma yeclana Taller Design.
María Ramón Vázquez es diseñadora industrial y de producto por la Universidad Politécnica de Valencia y poseedora de un máster en diseño de producto, concluido el pasado año, por el Royal College of Art de Londres. El proyecto Unio ya recibió el pasado año uno de los premios destinados a trabajos de los alumnos de este prestigioso centro formativo londinense.
El segundo premio ha sido concedido al proyecto Aria, del diseñador Daniel San Juan Rodríguez, cuyo prototipo ha sido fabricado en colaboración con la empresa Alutec, en Barcelona. Aria está concebido para dar un uso más activo y divertido al taburete, al combinar en un mobiliario pequeño un asiento cómodo con un leve balanceo que permite jugar mientras se usa, en clara referencia a los columpios tradicionales. Consta de estructura, cuerda y asiento, dando como resultado un diseño compacto y fuerte estructuralmente, pensado para su uso en exteriores.
La unión del anillo a la estructura se hace con cuerda de nylon, sujetándolo al posabrazos y a la varilla de refuerzo. Esta unión permite un leve balanceo del anillo que gracias a ambos nudos, impide que vuelque. Da la sensación de que el asiento se suspende en el aire; una vez sentado, el usuario tiene la sensación de flotar en el aire.
El tercer premio ha sido otorgado al proyecto Gredos, de los diseñadores de Dibloo Studio, cuyo prototipo ha sido fabricado en colaboración con la empresa yeclana Fama. Se trata de un sofá que se adapta a las necesidades del usuario y, además evoluciona con él, cambiando de configuración siempre que se necesite y posibilitando la opción de ampliar o reducir tamaño en función del entorno. Se caracteriza por su sistema de ensamblado con pins, que permite crear diferentes configuraciones en función del momento y las necesidades. Cada módulo se compone de una plataforma inferior, formada por lamas taladradas iguales en la que se insertan los cojines a través del sistema de pin.
A la convocatoria correspondiente a 2020 del concurso del Cetem han concurrido cerca de ochenta propuestas procedentes varios continentes, con candidatos de España, Colombia, Serbia, Corea del Sur, Rusia, Perú o Alemania.
Tras una primera evaluación de todos los proyectos presentados, llevada a cabo hace unos meses, el jurado seleccionó nueve diseños para pasar a la fase final donde se procede a la fabricación de los prototipos mediante una estrecha colaboración entre los diseñadores y empresas del sector del mueble. “Esta característica es la que diferencia a este concurso de otros muchos otros y el que ha permitido que siga vivo tras un cuarto de siglo pues la colaboración entre diseñadores y empresas es un aspecto que desde CETEM siempre se ha impulsado con el ánimo de buscar productos muy competitivos basados en un claro aporte de valor fruto de dicha colaboración”, señalan los organizadores del concurso.