Willy Factory ha venido para revolucionar el mundo bastante conservador del pastel de carne. La marca murciana, que cuenta ya con dos exitosas tiendas en Madrid, ha llevado la innovación y el diseño a este producto, del que elabora más de veintena de variedades dulces y saladas.
La emprendedora familia Cano Nicolás (padres y madre, a los mandos, y sus hijos en tareas operativas) abrió el pasado año su primera tienda en Madrid y en pocos meses le siguió otra, en dos barrios de postín: Moncloa y Salamanca. Aunque la pandemia frenó una expansión que se preveía rápida y que incluía la apertura de su primera tienda en Murcia, ya es posible consumir su producto en la ciudad, bien en su obrador en la antigua carretera de Alicante o mediante servicio a domicilio.
Los creadores de Willy Factory han conseguido lo que parecía imposible: emplear la envoltura de masa y hojaldre del pastel de carne tradicional para rellenarlo con productos vegetales, con otros tipos de carne e, incluso, con pescados o componentes dulces. La fórmula ha funcionado a la vista de la acogida de sus productos en Madrid y ahora ya en Murcia.
Además, los impulsores de la marca ha cuidado con mimo la estética de sus locales y la presentación de los pasteles que elaboran y venden. El estudio de Eduardo del Fraile se ha encargado de la imagen corporativa y del diseño del packaging y de los elementos promocionales.