La fotógrafa Cristina Navarro acaba de realizar una serie fotográfica en la saca de su contexto natural diversos cítricos para otorgarles la categoría de objetos de arte, haciendo así una reivindicación de la belleza de lo ordinario. No es la primera vez que la creativa murciana utiliza productos de la huerta murciana para experimentar y obtener atractivas imágenes.
Cristina Navarro rinde con esta serie homenaje a la corriente artística conocida como arte encontrado ( readymade, en inglés) iniciada por Marcel Duchamp con su celebérrimo urinario y seguida por el movimiento dadaísta. Esta tendencia artística buscaba romper con el arte institucionalizado que concebía la pieza artística como algo sagrado que solo podía vivir en un museo. Mediante esta acción, en la que ha empleado naranjas, limones y pomelos, la fotógrafa expresa la importancia de valorar la belleza de lo cotidiano. “Me apasiona encontrar belleza en esas cosas pequeñas, discretas y calladas que nos rodean”, explica Cristina Navarro.
En esta serie se pueden ver composiciones escultóricas donde el equilibrio y la geometría juegan un papel muy importante. Las formas esféricas de los cítricos contrastan con las rigidez de las peanas de escayola, estableciéndose así un diálogo entre lo orgánico y lo funcional, entre lo fluido y lo estático.
Esta no es la primera vez que la artista se inspira en la huerta que rodea la ciudad para realizar una obra fotográfica. Anteriormente realizó un reportaje con la técnica del claroscuro tomando verduras con elementos principales. Alcachofas, zanahorias y acelgas fueron algunos de los protagonistas de esa obra.
Cristina nació en Lorca en 1983 y es licenciada en Publicidad y en Bellas Artes por la Universidad de Murcia. Actualmente trabaja como fotógrafa profesional en su propio estudio ubicado en Murcia. Está especializada en fotografía gastronómica y de producto, siempre con un estilo muy artístico e inspirador.