El estudio Maba ha sido el encargado de la identidad visual de la edición de 2020 del concurso bienal de artes Rendibú. Planteadas para su difusión sobre todo en soportes digitales, las gráficas creadas por el estudio murciano buscan la inspiración tanto en modelos ya clásicos como los surgidos en la Bauhaus como en otros del arte más próximo e irreverente.
El atrevido vestuario ideado para el Ballet triádico por el artista alemán Oskar Schlemmer, director de investigación escénica y producción de la escuela Bauhaus, ha sido usado por Maba como punto de partida para la creación de las figuras estáticas (trofeos) y animadas (piezas digitales) que constituyen la esencia de la comunicación del concurso en la edición recién concluida.
Otras referencias han sido algunas obras de arte más recientes y también rodeadas por la controversia: el globo que se autodestruye de Bansky, el plátano pegado a la pared de Maurizio Cattelan o el vaso de agua medio lleno de Wilfredo Prieto.
“El nuevo contexto digital y el cambio generacional del público del festival hacen necesario revisar los códigos gráficos y los formatos que ha venido usando en su comunicación. El Rendibú necesita adaptar su lenguaje a una nueva generación que bebe de nuevas fuentes”, señala el estudio en un texto explicativo sobre este proyecto, concebido para su reproducción en redes sociales.
“Internet ha creado un ideario visual propio, marcado por el aspecto casero que ha aportado la democratización del diseño gráfico, la hiperinformación, la saturación de estímulos y el ruido visual que caracterizan este medio. Estos conceptos definen la base formal de la identidad de Rendibú 2020”, indican los responsables del estudio.
