El fotógrafo Pedro Díaz Molins firma un extenso trabajo documental sobre la irresistible atracción que las máquinas expendedoras callejeras ejercen sobre los japoneses. La serie, que ha tomado también el formato de fotolibro, ha recibido una mención honorífica en los galardones internacionales ND Awards 2024.
El jurado de los ND Awards 2024, convocados desde 2008 por la publicación especializada en fotografía ND Magazine, ha valorado el proyecto de Pedro Díaz (Japanese Vending Machines) en la categoría de fotoperiodismo.
Se estima que Japón alberga más de cuatro millones de máquinas expendedoras o, lo que es lo mismo, una máquina por cada 30 habitantes del país, la proporción más alta del mundo con notable diferencia.
Según explica Pedro Díaz, la primera máquina expendedora se patentó en Japón en 1888. En un primer momento se dedicó a la venta de tabaco, incorporándose después otros suministros, incluidos sellos y tarjetas postales. “A partir de entonces, las vending machines se convirtieron en un símbolo del país. Cada ciudad las personaliza: con gheisas, en Kioto; con ciervos, en Nara, o con pikachus, en Tokio”, señala el creativo.
“Hoy en día, no puedes caminar más de dos calles en cualquier ciudad japonesa, o conducir unos minutos en las regiones del interior, sin ver una máquina vendiendo algo: desde un simple botellín de agua hasta unas huevas de salmón refrigeradas para preparar unos deliciosos makis”, comenta el fotógrafo.
Japanese Vending Machines se ha editado como fotolibro, que se puede adquirir a través de este enlace.
Pedro Díaz Molins, nacido en Orihuela, ejerce profesionalmente como responsable de I+D+i en la potente empresa molinense de azúcar y edulcorantes Zukán y como profesor en el área de tecnología de los alimentos en la Universidad de Murcia. En paralelo, desarrolla una intensa actividad como fotógrafo no profesional, jalonada desde comienzos de la pasada década con numerosos premios y exposiciones individuales y colectivas.