La firma yeclana de mobiliario Beltá Frajumar anuncia la reedición en una serie numerada y limitada de su Sillón balancín nº 4, una pieza creada en 1967 por los fundadores de la empresa. Con esta acción cargada de nostalgia, la marca hace su particular ejercicio de recuperación de la memoria.
“En una era donde la globalización y la producción en masa dominan el mercado, aumenta el deseo de recuperar algo único, auténtico y cargado de historia. Un deseo de autenticidad, ya sea de diseño o de cultura. Nostalgia, pero también la puesta en valor de lo histórico: una interpretación particular de la memoria. No sólo un bien material, sino un símbolo lleno de significados emocionales, un objeto que evoca vivencias, personas, un diálogo vivo con el pasado”, argumentan los responsables de la firma.
El Sillón balancín Nº. 4 fue creado hace cerca de sesenta años por Carmen Ortiz y Francisco Juan Martínez, fundadores de Frajumar. Desde entonces, este modelo “ha mantenido su personalidad gracias a su diseño típicamente moderno, cómodo, esencial, aportando ligereza y dinamismo”, afirman. En 2025 regresa en una edición exclusiva de cien unidades numeradas y certificadas, como muestra la placa identificativa en la parte trasera. “Una pieza única que evoca la destreza artesanal y la inteligencia de las manos con las que la propia butaca fue y es construida, uno de los valores principales de la marca Frajumar”.
Según explica la empresa, al Sillón balancín Nº4 se le han atribuido significados a lo largo del tiempo. “Significados entendidos como valores afectivos, capaces de evocar experiencias vitales, capaces de contar la existencia de unas personas: objetos que hablan de su vida, con la particularidad de haber mantenido la matriz familiar”, concluyen.