El festival La mar de músicas también arrastra hasta la costa de Cartagena una rica muestra de creatividad visual. En su edición número veintiocho, que cuenta con Canadá como país invitado, vuelve la sección La mar de arte, con varias sugerentes exposiciones que estarán abiertas a partir de la segunda semana de julio y hasta el 30 de agosto en diferentes espacios como auditorio El batel, el palacio consistorial o el casino de Cartagena.
La presencia más llamativa es la de fotógrafo catalán Joan Fontcuberta y la más exótica, la de la canadiense Sylvie Bussières. Completa el cartel de La mar de arte una buena muestra de artistas nacidos en la Región: Fito Conesa, Cocó Guzmán, Catalina García, Elige Chose e Ismael Cerezo.
El prestigioso fotógrafo Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) trae a partir del 11 de julio a la sala de exposiciones Domus del Pórtico su propuesta Trauma, una instalación de cajas de luz, murales y libros que en diferentes formatos el creativa catalán ha mostrado en distintas ocasiones desde mediados de la pasada década.

Fontcuberta trata con Trauma de encontrar respuesta a la pregunta de ¿qué queda cuando una fotografía ya no señala una realidad hacia fuera de sí misma y sólo permanece el sustrato, el residuo, apenas unas manchas de sustancias químicas sensibles a la luz? ¿Qué pasa cuando el único referente que le queda a una fotografía es la fotografía en sí? Cuando el alma de una imagen –la información– abandona su cuerpo –el soporte– y se convierte en fantasma. Joan Fontcuberta es una de las grandes figuras de la fotografía internacional, además de profesor, ensayista, crítico y promotor de arte; en suma, una figura ética e intelectual decisiva en la comprensión de la fotografía y la imagen contemporánea.
La canadiense Sylvie Bussières (Quebec, 1964) exhibirá en el palacio consistorial Malas hierbas, una serie sobre la botánica majestuosa y espectacular de los herbarios de colecciones científicas y museos de historia natural, así como la de jardines y huertos. El trabajo de Bussières es fruto de las imágenes que tomó a lo largo de caminos rurales durante el confinamiento y le inspiraron para convertir trazos de grafito en arte. Dibujos sobre fotografías compuestos por una acumulación de líneas que evocan los ritmos, la luz y el movimiento de sus vibrantes sombras.
Sylvie Bussières estudió en la Universidad Laval de Quebec. Es licenciada en Artes Visuales (1989) y diplomada en Historia del Arte (1990). Desde entonces, ha expuesto en España, Canadá, Estados Unidos, México, Alemania, Suecia, Francia e Italia. Su trabajo se inició con intervenciones en la naturaleza para evolucionar hacia investigaciones escultóricas utilizando materiales reciclados. Hoy se decanta hacia propuestas a partir de la acumulación de objetos e imágenes humildes que se sirven de diferentes medios: objetos encontrados, dibujo, collage, fotografía o vídeo.
Sinfonía para Rouyn-Noranda es el título de la propuesta que ofrece Fito Conesa (Cartagena, 1980). Esta obra, que se mostrará en el palacio consistorial, está compuesta por vídeo y una serie de partituras sobre metacrilato. Con Sinfonía para Rouyn-Noranda, Conesa cierra una trilogía sobre minería, paisaje y cambio. Se abre al público el próximo lunes, 10 de julio.

Fito Conesa es el cartagenero con más trayectoria exterior dentro de La mar de arte. Artista y programador afincado en Barcelona, ha expuesto en diferentes museos de Europa y Latinoamérica. Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Barcelona, ha trabajado impartiendo y elaborando talleres para el departamento educativo de la Fundación la Caixa y como director de arte de la campaña Santo Domingo Verde para el ayuntamiento de la ciudad dominicana.
Cocó Guzmán (Murcia, 1979) y la creativa cartagenera Catalina García crearán In situ, una improvisación espacial a partir de objetos y materiales comunes y familiares para reinterpretar cómo se habita un espacio vacío ubicado entre las calles Aire y Cuatro Santos. El sábado 15 de julio, a las 21 horas, podrá visitarse in situ el resultado de esta sinergia mientras las artistas la están materializando.

Algunos de los objetos que se emplearán en esta acción son recuperados, mientras que otros son aquellos con los que las creadoras trabajan a menudo: cerámica, pintura en spray, luces o cartón. Con esta propuesta artística las autoras suman a su obra la importancia del espacio histórico, el recurso de lo deshabitado, la huella humana y la arquitectura desdibujada.
Coco Guzmán está estrechamente vinculada con Canadá, país en el que ha residido durante años. Destacada creativa queer, Guzmán es tiene una licenciatura por la Universidad Paris 8 y una maestría en arte interdisciplinario en la Universidad OCAD (Toronto). Coco Guzmán investiga cómo se pueden transformar y descolocar las normas espaciales a partir de una exploración que mezcla dibujo, materialidades y referencias visuales a la cultura queer, trans y a las prácticas artísticas alternativas.
Por su parte, Catalina García Jiménez tiene formación en fotografía artística por la Escuela de Arte de Murcia y en Fundamentos de la Arquitectura por la ETSAE. Hace unos meses abrió en Cartagena Catarsis Estudio, espacio donde crea y enseña técnicas de modelado y alfarería. Las prácticas analógicas y artesanales definen sus piezas.
En torno a la pesca en el Mar Menor gira la primera exposición del ciclo La mar de arte que abrirá al público. Su título es Paranza, tradicional arte de pesca de fondo empleado en la laguna. En base a esta red laberíntica en la que se adentran mújoles, doradas y lubinas, la creadora local ya citada Catalina García, junto al diseñador gráfico y artista urbano Elige Chose y el biólogo y artista Ismael Cerezo, diseñan de forma conjunta piezas cerámicas que son fruto de la unión del barro, el fuego y el agua. Los propios artistas inauguran la muestra en un pase abierto al público el viernes, 7 de julio, en el auditorio El Batel, lugar dónde se expone hasta el 30 de agosto.
Elige Chose es el nombre artístico de José García (Murcia, 1993), diseñador gráfico y director de arte independiente afincado en Barcelona. Su trabajo se centra en la experimentación de la tipografía aplicada a los diferentes ámbitos.
También nacido en la capital de la Región, Ismael Cerezo realizó su primera exposición en la última edición del festival Mu-tantes; es hijo del acreditado escultor del mismo nombre y más conocido como Flyppy. Desde temprana edad ha desarrollado un vínculo y una sensibilidad estrechamente ligada al mar y sus habitantes, dejando fluir su imaginación en el mundo acuático. Como parte del proceso de comprensión del entorno, paralelamente a la formación científica, ha desarrollado una formación artística autodidacta, enfocada en las artes plásticas y la escultura en hierro y vidrio.