La Cárcel Vieja de Murcia acoge desde este viernes un nuevo ciclo de la cuarta edición del Festival de Experimentación Artística Mu-tantes. Disciplinas como moda, pintura, fotografía y dibujo se dan la mano en esta cita, que se puede disfrutar hasta el próximo día 30 de noviembre. Roxana Rosas, Ana Sanz, María Rojas y Emilio Cerezo son los invitados en esta ocasión.
La ilustradora y tatuadora Ana Sanz muestra en Mu-tantes la propuesta denominada Morralla, una mirada irónica a los hallazgos arqueológicos. Sanz trata de poner de manifiesto “la desvalorización del patrimonio con la que muchas veces se trata a estos pedazos de historia”, que hasta que no son descubiertos y expuestos en un museo “son parte de la morralla del subsuelo”, afirma. Morrala muestra esa dualidad del valor y la importancia. “Según los ojos de quien descubra o contemple las piezas, puede magnificarlas o ignorarlas, exponerlas en museos o abandonarlas bajo tierra”, argumenta la creativa.
Ana Sanz nació en Murcia en 1989 y recuerda estar ligada al dibujo desde pequeña. Cursó la licenciatura de Bellas Artes, donde compaginó la búsqueda y la experimentación artística con el inicio en la técnica del tatuaje. En 2010 se dedicó al tatuaje de manera profesional, lo que la ha llevado con los años al desarrollo de un imaginario propio con un estilo muy marcado y contrastado. Este ámbito le ha ayudado a desarrollar mucho más el dibujo y la creatividad a la hora de plasmarlo, que es el proceso que más disfruta.Actualmente, sigue evolucionando su técnica de tatuaje viajando por Europa y está investigando en otros ámbitos como la cerámica y la pintura mural.
La artista visual y fotógrafa María Rojas trae a la Cárcel Vieja Gelatina y gloss, una instalación en la que representa un territorio alterado usando para ello el concepto de imagen expandida. “Gelatina y gloss recorre espacios sagrados para nuestras culturas ancestrales, modificados por la acción humana, comenzando esta asimilación del territorio desde una perspectiva que redefine los conceptos de natural y artificial”, comenta Rojas.
Este proyecto se desarrolló en el Malpaís de Güimar, en la isla de Tenerife. “Un paisaje mediado por la acción volcánica y simbólicamente construido, donde el turismo y el consumo han relatado un nuevo discurso de construcción paisajística. Un mundo de microplásticos y de rocas en proceso de metamorfosis desfiguradas por el calentamiento de mundos que se derriten en un paisaje de fuego y agua”, explica la creativa.
El trabajo de María Rojas como artista e investigadora se centra en explorar los límites del lenguaje y el espacio virtual ligado a las materialidades que lo rodean. Actualmente realiza una investigación sobre paralelismos y analogías entre redes de información natural y redes digitales. Rojas es técnico de escultura por la Escuela de Arte de Zaragoza y licenciada en Bellas Artes por la UCLM y el Instituto Superior de Arte de La Habana, donde participó en su XI Bienal. Posteriormente se trasladó a Madrid para cursar el máster en desarrollo de proyectos fotógraficos en Blank Paper, donde produce Login, proyecto finalista de varias ediciones de Fiebre Photobook y expuesto en distintas muestras individuales y colectivas. Actualmente codirige Cyclo, un proyecto artístico financiado por las ayudas Injuve de la Comunidad de Madrid.
Componer, descomponer y recomponer. Esta triple acción artística define el proyecto que el pintor Emilio Cerezo presenta en Mu-tantes. “Pintar es, en resumen, ordenar colores sobre una superficie. Al fragmentar y reorganizar una imagen, ya sea trenzando varias piezas entre sí, diseccionándola en pequeños fragmentos para luego cambiarlos de sitio e, incluso, proyectando luz sobre la misma, dejamos que sea el azar quien termine de pintar el cuadro, haciendo que este se reconstruya y mute a partir de nuestras decisiones previas”, argumenta el artista. Fragmentos de una de las obras expuesta en la Cárcel Vieja, titulada Trémolo, puede ser adquirida por los visitantes mediante un código QR que figura junto al gigantesco mural.
Emilio Cerezo desarrolla su obra en lienzo, papel y mural desde que empezó a pintar paredes a principios de los 2000 centrándose primero en elementos figurativos. Su interés en el campo de la pintura clásica, el movimiento interno de las figuras, así como las dinámicas de abstracción, le permiten deconstruir las formas y darle prioridad a la gestualidad de la línea, la pincelada y la textura, trabajando el claroscuro y el contraste a base de capas. Durante los últimos años reduce la paleta de colores y dirige su trabajo hacia un estilo más gráfico y abstracto en el que prioriza la visión distorsionada de la imagen y el uso de tramas.
Sobre la propuesta exhibida en Mu-tantes por Roxana Rosas se puede visitar esta entrada publicada sobre ella en Murcia Visual.