La joven creativa mallorquina Ela Fidalgo es la autora de las gráficas que anuncian la próxima edición del festival La mar de músicas que se celebra este verano en Cartagena. La artista ha elegido una pieza de su serie El último abrazo, en la que ha trabajado en los últimos meses, como imagen de la edición del festival dedicada de forma especial a las islas del Mediterráneo.
Los organizadores del Festival han depositado este año su atención el arte textil, argumentando que en estos momentos existe “un sinfín de propuestas realizadas con telas e hilos y que dan muestra de la vitalidad de esta forma de creatividad, arraigada en la tradición y vinculada principalmente a lo femenino”, afirman. La propia autora define El último abrazo como una serie “inspirada por la reconciliación y el abrazo a uno mismo”, dice. “Descubrirme a mí misma ha sido como desenterrar tesoros escondidos en lo más profundo de mi ser afirma.
En el acto de presentación este martes de las gráficas del festival, Ela Fidalgo manifestó sentirse en Cartagena como en casa, porque la luz del Mediterráneo que baña la ciudad le recuerda a Mallorca. “Es bastante significativo cómo somos las personas que vivimos en el Mar Mediterráneo: muy de acoger, de tender la mano”, comenta.
Además del encargo de realizar la gráfica de la próxima edición de La mar de músicas, Ela Fidalgo expondrá en los próximos meses en Cartagena, además de dirigir un taller cooperativo.
La creativa mallorquina se une así al listado de artistas que han creado la imagen de La mar de músicas como Miquel Barceló, Cristina García Rodero, Ricardo Cavolo, Joana Vasconcelos, Guillermo Pérez Villalta, Oscar Mariné, Ángel Mateo Charris, Juan Manuel Díaz Burgos, Dora Catarineu, Javier de Juan, El Hortelano, Ouka Leele, Ceesepe, Javier Mariscal, Antonio de Felipe, Carmen Calvo, Ángel Haro o Juan Ugalde.
Ela Fidalgo (Mallorca, 1993) se inició en el ámbito de la moda, donde su carrera parecía meteórica. Obtuvo el Premio Allianz EGO en la Mercedes Benz Fashion Week en 2016 por su colección Work in progress. Pero sus inquietudes apuntaban a otra dirección. La alta costura había llevado a la creadora a enfrentarse, de nuevo, a algunos de los traumas y desórdenes con los que venía lidiando desde la adolescencia, relacionados con la percepción de su propia imagen y el rechazo social a los cuerpos no normativos. Todo ello muy presente en su trabajo futuro como creadora plástica.
La obra de Ela Fidalgo vuelca toda su atención en el cuerpo humano, como un ente que puede reconstruirse, utilizando técnicas como el bordado, el patchwork y el uso de acrílicos, óleos, ceras y algodón; integrándolo en pinturas, esculturas e instalaciones.