Mari Quiñonero (Murcia, 1979) muestra por vez primera sus obras en la ciudad que la vio nacer. Establecida en Madrid y tras una exitosa carrera que le ha permitido mostrar sus propuestas en Nueva York, Londres, Hong Kong o México, Quiñonero exhibe hasta finales de julio en el palacio del Almudí su serie La extranjera.
Para el regreso simbólico a su ciudad de origen, Maru Quiñonero ha elegido como comisarias a Noelia Ibáñez (Beniel, 1975), historiadora de arte y componente del equipo del Museo del Prado, y a la gestora cultural también murciana Miriam Huéscar, quienes han seleccionado una serie de obras en las que la creativa experimenta con colores, capas de pintura y transparencias, empleando técnicas mixtas como acrílico y lápiz.

La exposición gira en torno a la figura de Diotima, el único personaje femenino de El banquete de Platón, y aborda cuestiones como la belleza, la trascendencia, el conocimiento y el papel de la mujer en la transmisión del pensamiento filosófico.
El catálogo de La extranjera ha sido diseñado en el estudio madrileño de Marta Botas e impreso por Willing Press, en una edición especial de 200 ejemplares, que podrán adquirirse en el Palacio Almudí durante el periodo expositivo. De forma sorprendente y contra lo que suele ser norma en las exposiciones en espacios de titularidad pública, las obras pueden ser adquiridas a través de Alzueta Gallery.
La trayectoria creativa de Maru Quiñonero ha evolucionado sensiblemente en la última década, dando un giro notable hacia la abstracción. En 2016, Murcia Visual ofreció a sus lectores un perfil de la creativa cuando, solo un par de años después de dejar su trabajo en el grupo editorial Condé Nast y dedicarse por completo al arte, comenzaba a ser reconocida como ilustradora y autora de collages.